Uno de los momentos más felices para una mujer es el día de la boda, el vestido blanco, verte acompañada de todos tus seres queridos, es un sueño hecho realidad, y que decir del novio. Por fin ese día ha llegado, estar juntos los dos para siempre.
Pero, ¿qué pasará después de la boda? Se irán a vivir con los padres de él o de ella o se irán a vivir solos. Porque cada acción tiene su grado de dificultad. Irse a vivir con parientes siempre trae dificultades. Y solos también.
El matrimonio es sin dudas un gran desafio. Hasta la fecha no se ha sabido de ningun matrimonio que viva feliz cada instante de sus días. Siempre hay retos propios de la vida y de choques culturales que los esposos deben enfrentar.
Y se debe estar preparado y ser muy fuerte para encarar lo que sea que venga. El matrimonio no es para gente débil. Ni para los que abandonan el proyecto a las primeras de cambio.
Estando casada a veces te sentirás que estás en el cielo y otras muchas veces te sentirás que estás en medio del infierno.
El dolor y la tristeza que sentías cuando tu papá o mamá te regañaban por qué querían ponerte a hacer algo no es nada comparado con la tristeza y el dolor que puede causarte una pelea con tu esposo. Ese sí es dolor en carne viva. Pero hay que resistir, ser muy fuertes y dar todo lo bueno de lo que somos capaces aún cuando creamos que la otra persona no se merece nada de ti. Ese es el matrimonio. Y la verdad él también pensará lo mismo, porque no somos perfectas.
Por qué fracasan los matrimonios. Las razones son muchas: enfriamiento del amor que lleva engaños, desconfianzas, peleas encarnizadas, desánimo de estar juntos y del desinterés por solucionar las cosas. No obstante, hay una razón por la que se mata un matrimonio cuando es muy joven. Y es, que cada vez que haya una discusión alguno de los dos o los dos piense y crea que el matrimonio se acabó. Que no se puede remediar la situación. Entonces se les cierra el mundo y quieren salir por la puerta falsa.
Muchas veces los matrimonios disfuncionales o que solo sobrevive uno de los dos es por el intento de suicidio con cada discusión. Está es la idea central de este post. Sé que este es un tema delicado y como tal, por favor manéjalo con mucha discreción y sentido común.
Muchas veces los chicos y las chicas quieren formar una familia después de haber intentado el suicidio. Esto es un error. El matrimonio está lleno de dificultades que lo llevarán a tener ideas fatalistas recurrentes en cada obstáculo. Lo más aconsejable es sanar y fortalecer la mente antes de dar ese paso. Cómo ya lo dije antes, el matrimonio no es para mentes débiles.
Si eres de las chicas o chicos que ha intentado el suicidio y te quieres casar, lo más recomendable es llevar un tratamiento psicológico y psiquiátrico antes de casarte. Te lo aseguro, apartir de que te cases entraras en un papel de padre, madre, esposo o esposa del que no estás familiarizado (a).
Y es muy difícil y se requiere de mucho temple y ganas de vivir.
Desde el momento que te casas conocerás defectos y virtudes de ti misma que ni tenías idea que eran tuyos. También sabrás defectos de tus familiares más cercanos que tú considerabas virtudes o que habían pasado desapercibidos por qué para ti y los de tu sangre eso no era un defecto.
Según los expertos de Harvard el enamoramiento dura entre 8 meses y 3 años. El enamoramiento es la magia que hace querer estar juntos todo el tiempo. Es cuando casi todo es perfecto. Cuando tenemos esa venda en los ojos que nos impide ver la realidad de las cosas. Después de que eso termina viene el verdadero amor o el calvario. Segun el cristal con que se mire; ambos empezarán a ver esos defectotes que antes parecían tan chiquitos. Y sabrán que lo suyo es amor verdadero en el momento que elijan seguir juntos pese a lo imperfectos que son. Aceptar los defectos del otro es un acto de verdadero amor. Cambiar lo que está mal en nosotros es también un acto de verdadero amor.
La clave de un matrimonio sano y duradero está en que cada uno trabaje continuamente en ser mejor esposa o esposo sin importar si han salido en desacuerdo alguna vez. Una discusión nunca es el fin de la relación si la pareja así lo cree.
Por su puesto que para un matrimonio duradero debe de haber un acuerdo, un pacto, que ambos deben de cumplir a raja tabla y que si alguno de los dos flaquea, el matrimonio se vería visiblemente afectado. Este pacto es propio de cada matrimonio. Se trata de aquellos principios o actos que los dos se juran que nunca harían como símbolo de respeto y de amor verdadero. Un ejemplo de ello sería nunca ser infiel y que nunca haya golpes sería otro.
El matrimonio tiene su lado bueno y bonito, pero está lleno de retos que muchas veces nos hacen sentir que de ahí no se sale, que todo está perdido para siempre, pero todo está en nuestra mente. Cada reto, cada obstáculo tiene una solución. Muchas veces lo que se requiere es dejar pasar el día, así en silencio, sin alterarlo más. Todos los días parecen iguales pero no lo son. Si dejamos pasar el día a la mañana siguiente, ya descansada, ya con los niveles de estrés reducidos, verás las cosas un tanto distintas. Y es muy probable que encuentres una solución y de que te des cuenta que todo ese pancho que te armaste con tu esposo fue un extra que solo empeoró las cosas.
En una discusión es mejor quedarse callado y dejar que el otro se desahogue, y escuchar. Escuchar para aprender, para comprender no para contestar. Ese es un error básico que cometen los esposos, solo escuchar para contestar. No es fácil quedarse callado cuando el otro, presa de su coraje, saca todo lo que en realidad piensa de ti. Se siente horrible, pero se requiere de mucha madurez e inteligencia emocional, misma que aún no tiene desarrollado el adolescente.
El adolescente y la adolescente, no deberían casarse tan jovenes, ya que su cerebro no está preparado para tal responsabilidad debido a que la parte del cerebro dónde está la responsabilidad aún no está desarrollado. En pocas palabras, no es su culpa que sea un irresponsable, es el poco desarrollo de su cerebro. ¿Que debe hacer entonces? Esperar hasta que madure.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario